Aunque en las semanas 1 y 2 del embarazo aún no se ha producido la concepción, la futura madre debe actuar como si ya se encontrase embarazada. Al no haber gestación, no experimentarás los típicos síntomas del embarazo. Pero para el buen desarrollo embrionario y fetal, conviene que desde el primer momento empieces a cuidar tu salud como si ya estuvieras gestando.
Por qué cuidarte como si ya estuvieras embarazada
Es posible que te preguntes que si aún no estás embarazada por qué debes cuidarte y por qué seguir algunas recomendaciones como no beber alcohol o vigilar tu alimentación. Dejar de tomar bebidas alcohólicas es una buena medida, según la doctora Carmen Martín Blanco, ginecóloga del Hospital Nuestra Señora del Rosario, de Madrid.
¿Por qué debes evitar el alcohol antes y durante el embarazo?
«El alcohol es un tóxico para el organismo y tiene un efecto teratogénico durante el embarazo (produce malformaciones). Ningún estudio realizado ha sido capaz de determinar una dosis mínima segura de alcohol durante el embarazo. Además se ha visto, que las mujeres que consumen alcohol regularmente tardan más en concebir frente a las que no. El alcohol puede provocar alteraciones hormonales que interfieren en la regulación del ciclo menstrual y en la ovulación«.
Dra. Carmen Martín Blanco, ginecóloga del Hospital Nuestra Señora del Rosario
Los padres también deben evitar el alcohol al máximo
Esta medida conviene que también la adopte el futuro padre. “El consumo de alcohol se relaciona con una reducción de testosterona, de la concentración y calidad del semen, del número de espermatozoides. Además puede provocar impotencia o disfunciones sexuales. Por lo que la recomendación general para una pareja que busque gestación deberá ser la de eliminar o al menos reducir al máximo el consumo de alcohol”, indica la doctora Martín Blanco.
Semanas 1 y 2: Tu organismo se prepara para concebir
El organismo de la mujer se prepara cada mes para engendrar un bebé. Y ese proceso comienza dos semanas antes de la concepción, cuando empieza el ciclo menstrual, a partir del primer día de regla.
Ese sangrado ocurre cuando no hay embarazo y se debe a que del útero se desprende la última capa del endometrio, ricamente irrigada, que se había engrosado para alojar a un embrión en el caso de que hubiese habido un embarazo. Ese fluido menstrual, que en parte es sangre y en parte tejido de esa capa más externa del endometrio, dura entre 3 y 7 días.
En esa primera semana del ciclo los niveles de estrógenos y progesterona son muy bajos y así continúan hasta unos días antes de la ovulación. Una vez que el endometrio se ha «limpiado» del todo, los niveles de estrógeno -en realidad, de estradiol, un tipo de estrógeno- aumentan ligeramente y el útero se empieza a preparar de nuevo para un posible embarazo.
¿Cuándo debo empezar a tomar ácido fólico?
«La ingesta de ácido fólico debe iniciarse al menos un mes previo a la concepción y debe mantenerse como mínimo hasta el final del primer trimestre, aunque lo más recomendado es mantenerlo durante todo el embarazo incluida la lactancia. La dosis recomendada en población general es de 0.4 mg al día. La toma debe ser diaria e ininterrumpida ya que no se almacena en el organismo y un consumo irregular disminuye su efecto protector. En aquellas pacientes con riesgo elevado de defectos del tubo neural la dosis recomendada será 4 mg/día».
Dra. Carmen Martín Blanco, ginecóloga del Hospital Nuestra Señora del Rosario
Cómo se prepara el organismo para el embarazo en 6 pasos
1. Tras la menstruación, al existir poca cantidad de estas hormonas, el organismo de la mujer produce otras: las hormonas folicuestimulante y luteinizante.
2. Ambas provocan en esta segunda semana del ciclo menstrual que uno de los folículos que se encuentra en el ovario empiece a crecer y que madure el óvulo que guarda dentro.
3. Mientras tanto, el endometrio, gracias a los estrógenos que libera ese folículo, continúa aumentando su grosor para que si se da un embarazo, el embrión se encuentre con un ambiente propicio para empezar a crecer y desarrollarse.
Este periodo no tiene una duración determinada: depende de cada mujer e incluso en una misma mujer, hay meses que dura más o menos.
4. Pero, más o menos, al finalizar la segunda semana el óvulo ha alcanzado ya un tamaño considerable y se libera del folículo y viaja hacia las trompas de Falopio.
5. La hipófisis segrega entonces grandes cantidades de hormona luteizante durante un par de días, que es cuando se produce la ovulación.
6. En las trompas de Falopio, ese óvulo -preparado para ser engrendrado-, esperará un par de días a que llegue un espermatozoide que sea capaz de atravesar su dura membrana externa.
Semanas 1 y 2: Notas síntomas de ovulación
Aunque no es posible siempre, saber identificar los síntomas de la ovulación puede ser de gran ayuda para lograr el embarazo. Seguramente la mujer ha decidido abandonar los métodos anticonceptivos para quedarse embarazada. Es posible que en la segunda semana al producirse la ovulación, note algunas molestias en al área abdominal, como una especie de escozor por la sangre que al liberarse el óvulo toca la zona peritoneal. Pero no todas las mujeres experimentan síntomas. En cambio, sí que son comunes algunos cambios en el organismo de la mujer. Estas son las \»señales\» que emite el cuerpo cuando está ovulando.
Cuáles son los signos más frecuentes de ovulación
- El flujo vaginal se vuelve más claro y abundante para facilitar el paso de los espermatozoides masculinos hacia las trompas de Falopio
- La temperatura corporal puede aumenta unas décimas grado.
- Si la futura madre se toma todos los días la temperatura con un termómetro basal -a la misma hora y desde el primer día de regla- observará que hacia el día 14 o 15 (según la duración de su ciclo menstrual) asciende alrededor de medio grado. Es una de las consecuencias del aumento de progesterona.
Un consejo para alimentarte mejor
Desde que la mujer toma la decisión de abandonar los anticonceptivos para lograr una gestación, lo ideal es que empiece a tomar suplementos de ácido fólico . El objetivo es que la formación del tubo neural del feto, que ocurre entre las semanas 5 y 6 de gestación, sea la correcta y se cierre perfectamente. Se ha demostrado que las madres de niños que nacieron con espina bífida u otros problemas del tubo neural, tenían niveles bajos de esta vitamina del grupo B.
También debe empezar a tomar suplementos de yodo, ya que en los cinco primeros meses de gestación, el feto adquiere la cantidad de una hormona, la tiroxina, mediante la aportación de yodo materno, puesto que sus glándulas tiroideas no tiene capacidad para producirla. Sin embargo, en ese periodo es cuando se forma la corteza neuronal y para ello es imprescindible esta hormona. De hecho, está comprobado que el déficit de yodo conlleva una disminución del cociente intelectual del niño que puede llegar hasta el 15%.
Un consejo para preparar tu embarazo
Puesto que aún no se ha producido la concepción, la madre se encuentra sin ningún síntoma, pero conviene «ir preparándose». Por ejemplo, si su piel tiene tendencia a las estrías, lo mejor es que se aplique alguna crema hidratante tras la ducha todos los días. Y si tiene tendencia a las varices, es aconsejable que utilice medias de compresión y trate de mantener las piernas elevadas el mayor tiempo posible.